Irán ha sido tradicionalmente un país que mira mucho a Occidente, ya sea debido a que los persas son la cultura más occidental de Oriente y a los continuos flujos económicos que pasaban por la llamada ruta de la seda y acababan en Europa desde el siglo XIV, ya sea en el siglo XX con el occidentalizado y pro-estadounidense Shá de Persia, que en 1979 fue derrocado por la revolución islámica del ayatolá Jomeini, instaurando el actual gobierno islámico en forma de teocracia chiíta que gobierna Irán y que la ha aislado del resto del mundo por las continuas sanciones impuestas por Estados Unidos desde entonces.
El actual presidente estadounidense, Barack Obama, parece que ha querido dejar como seña final de su mandato la mejora de las relaciones políticas con dos de sus antiguos enemigos, como son Cuba y Irán. Los ha sacado del eje del mal, le ha levantado parcialmente las sanciones económicas a ambos. Pero ambas acciones vienen impuestas por la necesidad de Estados Unidos de mejorar su economía y sus exportaciones, que con un euro y un rublo débiles se han visto dañadas. Además de hacerle guerra económica a la Rusia de Putin, principal vendedor en ambos países por las sanciones de Estados Unidos junto con China y Corea del Norte.
En el caso de Irán, también en el de Cuba, la acción no tiene nada de improvisada, ya que dándole alas a Irán y dejándole comerciar su petroleo libremente y sin restricciones, perjudica a Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, aliados tradicionales de Estados Unidos pero que con el apoyo de ambos a las guerras en Yemen, Siria e Iraq han perdido el favor del imperio norteamericano. Tanto los saudís como los emiratís han financiado al Estado Islámico de Siria e Irak, además de hacer la guerra en Yemen, cosas ambas mal vistas por Estados Unidos tras el triunfo del EI sobre el resto de grupos rebeldes en Siria que luchan contra el gobierno de Al Assad.
No nos olvidemos que Irán tiene las tercera reserva de petróleo del mundo y que está casi sin explotar por las sanciones de Estados Unidos, a pesar de la gran formación técnica de la población iraní y el bajo uso de las instalaciones que hará que la producción de petróleo pueda crecer rápidamente en poco tiempo en cuanto se levanten las sanciones. Es por ello que muchos analistas preveén el hundimiento todavía más del precio del barril de petróleo, diciendo algunos que bajará a 10 dólares incluso. Recordar que cuando estaba a 100 dólares, casi nadie predijo la caída de este año pasado, salvo alguno. Aún así también hay que decir que Irán con Venezuela tiene las reservas más rentables.
También habrá que ver las consecuencias de esta apertura económica en la teocracia iraní, siempre en lucha entre conservadores y aperturistas, lucha que ahora es previsible se acreciente. Otro asunto será la lucha entre chiís y sunís en Yemen e Irak/Siria, donde se unen conflictos tribales con conflictos militares, de ahí que no se entiendan muchos conflictos y alianzas a vistas de Occidente como raras o imposibles sobre todo en la lucha contra Al Assad en Siria.
Obama ha puesto un broche final a su presidencia, que el tiempo dirá si es para mejor o peor, lo que se puede decir es que Oriente Medio sufrirá cambios en los próximos meses y años que desde los años 70 y el triunfo del panarabismo del Baath no se han visto.
Autor: Samuel Gimeno