Donald Trump es probablemente el presidente electo estadounidense sobre el que peor se ha hablado antes de jurar su cargo, siquiera Bush hijo con una elecciones siendo prudente dudosas, y en verdad casi fraudulentas, tuvo el nivel de rechazo que ha tenido Trump.
Donald Trump podrá ser muchas cosas, pero algo que no se le puede negar es su inteligencia política. Alguien con tan pocos apoyos dentro del partido republicano, casi un outsider, ganó la nominación frente a todos los candidatos del stablishment republicano. Recordemos que el que tenía el apoyo del partido y del stablishment del cinturón de la Biblia dentro del partido republicano fue Ted Cruz.
En las pasadas elecciones para mucha gente había una dicotomía entre Clinton y Trump. Entre “izquierda” y derecha. La realidad es que Clinton no es más que una capitalista social-liberal, lo que en USA se denomina un halcón. Además los abundantes fallos de Obama tanto en política interna como en la exterior, tampoco ayudaron a la candidata demócrata.
La mayoría de los votantes blancos trabajadores votaron por Trump, porque Clinton era la encarnación de todos los males de los blancos trabajadores del cinturón del óxido, ya que habían firmado los tratados de libre comercio que permiten que los trabajos se vayan a países como México o China, o les habían llevado a guerras en lugares remotos que no entendían.
Trump no creo que sea algo bueno para la clase trabajadora estadounidense ni para el mundo en general, pero Obama tampoco lo ha sido salvo por el Obamacare. Bajo su mandato ni se ha cerrado Guantánamo ni siquiera se han acabado las torturas. Además los asesinatos selectivos mediante drones manejados por jóvenes soldados como si fueran videojuegos han aumentado a niveles alarmantes. El uso de drones en Afganistán, Pakistán, Siria o Irak ha sesgado muchas vidas de inocentes ciudadanos que simplemente estaban en el lugar equivocado.
Hablan de Trump como clasista y racista, los mismos que apoyaron la esclavitud y se opusieron a la desegregación. Los progres siempre intentan que el debate esté en un pequeño círculo y quiénes se salgan de él, quedan fuera.
Keynes contra Hayek, Gore contra Bush, siempre el debate es entre dos caras de la misma moneda. Y siempre las cartas están marcadas para que ganen los de siempre y la clase trabajadora se lleve la peor parte.
Para finalizar, si quieren saber quién es Trump realmente lean “El show de Trump” de Mark Singer, donde se muestran todos los “trapos sucios” que algunos medios han sacado como novedad, aunque se conocieran muchos de ellos hace más de 20 años. Libro en el que se incluye un retrato de Donald Trump, mucho más real y ajustado a la realidad que la mayoría de los que se pueden leer ahora.
Yo de momento, dejo el beneficio de la duda porque a lo mejor nos sorprende Trump y es un buen negociador con Rusia y logra terminar entre ambos países con la guerra civil siria y derrotar al estado islámico. Además no hay que olvidar que si miramos fríamente los datos el presidente más odiado es el más “socialista” de los últimos 50 anos, Richard Nixon. Nunca antes ni después vivió mejor la clase trabajadora estadounidense que bajo la presidencia de Nixon.
Autor: Samuel Gimeno